Se facilita el DESARROLLO
económico y social. A las empresas,
grandes y pequeñas, les
resulta más fácil sobrevivir cuando
se elimina el impuesto artificial
que conlleva la corrupción.
aumenta la INVERSION nacional y
extranjera. Cualquiera está más
dispuesto a invertir en un país
donde ve que los fondos no van a
parar a los bolsillos de funcionarios
corruptos.
se apoya la DEMOCRACIA. Los
países que combaten con éxito la
corrupción gozan a los ojos de
sus ciudadanos de una legitimidad
mucho mayor, lo cual genera
estabilidad y confianza.
se crea un entorno donde IMPERA
LA LEY. Los ciudadanos y las
empresas tienen confianza en la
capacidad de sus instituciones
legítimas para resolver los conflictos
de manera justa y honesta y
para proteger los derechos
humanos.